miércoles, 11 de noviembre de 2015

Te quiero sin quererte
y te miro sin mirarte.
Mientras tú amas sin amor
y observas sin mirarme.


Y en esta confusión
donde eres lo que no
anhelamos impacientes
encontrar aquel rincón
donde te mire y tú me mires
y te alcance y tú me toques


Y entre roces y gemidos
descubramos el color
más íntimo de la noche.

Árboles de Amor




Porque si el amor creciera en arboles no habría problemas para determinar quién ama más. No dudaría nadie de cuanto le aman porque sabría con certeza el tamaño del fruto mismo y vería con sus ojos la firmeza y color del amor.

Sin embargo, si el amor creciera en arboles, lo plantarían las compañías para venderlo en botellas y así lucrar del más puro de los sentimientos perdiendo así su simpleza.
Quizás se comerían las aves sus frutos y jamás se darían cuenta del invaluable costo del rojo que las alimenta, o crearían con las ramitas secas sus nidos y vivirían por siempre rodeados de amor sin saberlo.
Podrían quizá utilizar los árboles como su hogar y poner sus huevos en niditos de amor que pasarán desapercibidos por transeúntes muy concentrados en su diario afán.
Quizá se marchitarían sus hojas y se pudrirían los frutos porque el ser humano nunca vio su valor.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Ausencia

La oscuridad de una noche sin luna se intensifica 
y las realidades de mis pesadillas toman fuerza... 

Las voces alzan la voz y gritan a todo pulmón los insultos 
que mil y una vez he escuchado.

Y lo que noto no es las voces y sus insultos 
sino la ausencia de tú susurro que podía antes aplacar 
hasta los ensordecedores llamados de ellas... 

Es tú susurro quien falta... 
Son tús ideales... 
Tús miradas... 

La luna y los juegos de azar

Y la luna cerró los ojos y marcó la X en la casilla de su elección
y se dio cuenta que después de todo su voto no significaba nada.
Nada iba a cambiar, nada iba a mejorar.

Y al ver los resultados de las votaciones algunos astros se alegraron por el gane
mientras otros quejumbrosos externaron su inconformidad
pero sólo la luna la vio a ella, y sólo la luna lo vio a él.

Sólo la luna se dió cuenta cómo las votaciones que para ellos eran un juego de azar
hicieron que dos personas destinadas a estar juntas
en vez de conocerse en una acera,
pasaran de viaje para no toparse jamás.

¿Escuchas?

-"Shh! Haga silencio, no ve que ahí viene ella de nuevo y ella escucha hasta al pájaro de la esquina." 
-"Esos súper poderes que adquieren las personas por nacer sin un sentido… Ja, que curioso"

Y mientras ellos discuten cómo esconder las palabras y los sonidos de la ciega del barrio yo me pregunto si ella podrá con sus “súper poderes” escuchar el vacío dentro mío. 
¿Pudo ella escuchar como mis venas y arterias ya no llegan a ningún sitio? ¿Puede ella notar que ya no hay un latir dentro mio? ¿Escucha ella el eco que se encierra en mi pecho?

Oscurece

La luz se apaga y los sonidos surgen.
La luz se apaga y el temor incrementa.
La oscuridad se despierta, lentamente abre sus párpados, levanta su cuerpo, estira sus brazos, y se pone de pie.
Y al despertar la oscuridad se duerme el día; se duerme la luz, calla su voz, y se deja llevar en brazos de Morfeo.
La oscuridad se fortalece; extiende su alcance; pierde sus límites y se deja llevar a donde no ha llegado antes, tienta la luz, mas la luz solo duerme.
La oscuridad descubre que no sólo la luz la limita sino también la alegría.
La oscuridad se alía con el temor y juegan traviesos descubriendo de lo que son capaces.
Y descubren que juntos son más fuertes, juntos los límites huyen de ellos.
Juntos se adentran en el alma toman posesión primero del corazón y juegan con él; descubren cómo hacerlo palpitar más rápido, cómo hacerlo rogar por oxígeno.
Juntos se escurren por el cuerpo hasta llegar al cerebro y allí todos pierden la cordura. Allí todos batallan por ser el más fuerte; allí todos se creen el líder. Es allí donde todos olvidan la existencia de la luz y gritan gozosos de su descubrimiento.
La luz duerme y es feliz porque sueña con la alegría. La luz descansa.

Y entre más tiempo pasa la luz dormida más fuerte grita la oscuridad y todos perdemos la cordura.

Light

I sit in my room watching the light of the candle flickering. That flame looks so certain, confident, safe, and I think to myself, what is she doing that I can't do? I look at my reflection in the mirror; I look so dubious, insecure. I want to have the ability to feel confident; I want to be confident. I look at the door; I want to run.

I sit on my bed looking at the flame flickering and I look at him laying on the bed sleeping soundly, smiling peacefully, and I think to myself I can't leave him. He couldn't fend for himself if I leave him now; he needs me.

I sit on my bed looking at the light tears streaming down my face and I decide to push the fear aside. I may not be certain; I may not feel brave but I have him and he has me. We are each other's worlds. He'll be my strength.

I sit in my room and I feel the light of a new day creeping through the windows. I blow the candle out and I let the light feel the room. I let the light warm my soul; I let myself be strengthened. I pick him up, and as I cradle him in my arms I remember my mom whispering Munsch's poem in my ear:
"I'll love you forever,
I'll like you for always,
as long as I'm living
my baby you'll be."

And I whisper in his ear, the way she did in mine and I let myself find strength in his smile.